3 riesgos y 3 consejos en la era de los móviles y las apps móviles

Junto con el avance de la tecnología también aparecen los riesgos, y principalmente para los más jóvenes, son ellos quienes más confían. Los mayores desconfiamos un poco más porque hemos vivido un poco más, y hemos tenido la oportunidad de encontrarnos con personas que nos son tan de fiar.

Esta semana en Antena 3 compartieron una historia de una chica de 22 años que contrató un servicio para compartir el transporte desde Sevilla hasta Madrid, el conductor incumplió el acuerdo y ella le dio una mala calificación.

El caso es que el receptor de la evaluación se ha molestado y empezó a amenazar a la chica. Se han vuelto a encontrar porque el conductor ésta vez hizo un nuevo perfil haciéndose pasar por una mujer, según ha dejado entender no es su primer perfil falso.
  1. Denunciar. Ella hizo bien, algo que pocas personas hacen, comentar correctamente cuando hay un mal servicio, porque es una acción en la que se “dona” tiempo para ahorrar problemas a los demás.
  2. Perfil. La empresa intermediaria no valida perfiles. Le basta con un correo electrónico, algo que sabemos que se puede obtener en pocos minutos. Yo soy un creyente de que una empresa que pone en contacto a una persona con un perfil tiene que ser solidariamente responsable, así haya cobrado solo un céntimo. Cuando surge un problema con el caso descrito bloquean al perfil, no a la persona.
  3. Datos “demasiado” personales. Una aerolínea que te lleva desde Madrid a Buenos Aires podría no tener tu número de móvil, pero en estas aplicaciones no solo le das el número de móvil, la mayoría (gran mayoría) de usuarios le dejarán incluso saber su localización en todo momento.

Mi consejo, entender mejor lo que se usa. Mi madre me dijo, también esta semana, que le habían leído una receta en Internet, le he vuelto a comentar que el hecho de que algo “esté en Internet” no significa que sea cierto, y ella se volvió a sorprender.
  1. NO regales datos. Si vas a dar tus datos a una aplicación deberías entender bien a cambio de qué y quién es. Regla básica para poder reclamar.
  2.  NO aceptes todo de una App. Cuando descargas y usas una aplicación te van a pedir muchos datos, ten cuidado con lo que permitimos. Por ejemplo, si pide conocer la ubicación piensa un segundo si es importante o apropiado para el servicio que estás recibiendo, o enviarte alertas, para algo que usas una vez cada mes y durante cinco minutos, qué sentido tiene.
  3. El número de móvil. En poco tiempo el móvil será el medio de pago, abrirá la puerta de casa, nos identificará al entrar a casa, etc. entonces ¿por qué se lo das a cualquiera? ¿no sabías que es muy hackeable?


Finalmente una reflexión (como suelo hacer). Quienes construyen aplicaciones tienen que vivir de algo, es obvio que si no cobran para la aplicación necesitarán vender tus datos, usos, costumbres, ubicación, etc. Si yo te dijera que me vendas esa información cuánto cobrarías. El saber qué haces y qué acostumbras, hacer, con quién hablas, y de qué hablas; me lo vendes por cinco dólares. Seguro me dirías que no. Entonces por qué no pagar $1, $2 o $3 por una aplicación.

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