¿Nos oponemos a los terremotos?

Esta semana sentimos un terremoto en Madrid. Yo puedo decir que estoy medianamente acostumbrado, aunque posiblemente nadie pueda llegar a acostumbrarse del todo. Durante el movimiento, estando en la planta 5 del edificio de IDG Communications, recordé lo importante que es construir un edificio que sea capaz de adaptarse a estos movimientos de tierra. Lo que quiero decir, es que no habría escrito este post, si el arquitecto del edificio no estuviera de acuerdo con los terremotos, y por lo tanto hubiese construido un edificio que ofreciera resistencia a los terremotos. Ya que en un pulso entre terremoto y edificio, seguramente el edificio perdería, incluyendo a sus inquilinos. Ahora llego a la reflexión, ¿construimos soluciones y productos capaces de adaptarse a los cambios, o los hacemos resistentes?