El email que recibo es el que no quiero y me pierdo el que sí quiero
En la época en que más spam recibo es justo la época en la que más cuesta que lleguen mis correos a destinatarios reales y vice versa. Es curioso pero tengo la sensación de que los programas de anti-spam y anti-virus lo están haciendo al revés. En realidad no es así, el spam ha crecido en el último año un 20% con lo que los fabricantes de software para detectarlo lo han tenido muy difícil para filtrar, y por supuesto quienes hacen spam se actualizan también con las nuevas políticas. Para más INRI –como suele decirse, cada vez que cambio de equipo tengo que decirle a Outlook que elimine spam que ya había marcado anteriormente, y ni que decir si con un cliente terminas marcado por su servidor de correo electrónico, no hay forma de comunicarnos entre dominios conocidos y tenemos que pasar a comunicarnos con dominios públicos como Hotmail o Gmail. Se supone que con los servicios centralizados en la nube esto será más fácil y rápido de gestionar, la mala noticia es que hay que empezar de