Equilibrio: privacidad y trazabilidad
Me estoy debatiendo entre dos principios que considero indispensables: privacidad y trazabilidad.
La ciudadanía necesita vivir su vida con todas las garantías necesarias de la privacidad. No me refiero a la ilusión que crea el Reglamento de Protección de Datos, que en vez de proteger da herramientas para que se almacenen los datos de toda persona conectada.
Por otro lado, para proteger es necesario identificar y guardar los accesos y la actividad. La trazabilidad de lo hecho es fundamental.
¿Cómo conseguir que una ciudadana haga una compra sin que el universo guarde un registro, pero si ha sido víctima de una estafa, poder identificar al ciberdelincuente?
No es fácil, la buena noticia es que existe la tecnología. Lo que por ahora no hay, es voluntad política.
Espero que pronto los informáticos podamos cambiar este reto, y hacer que la vida digital sea privada y segura a la vez.
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