Unidades de Negocio

Con frecuencia hago referencia al término “unidades de negocio” y lo escribo en algún eje (por lo general el vertical) en los gráficos. Pero he notado que en muchas de esas ocasiones o yo no tengo un buen uso del término, o nos hace falta una mejor definición.
Lo ideal es poder llevar cualquier métrica dentro del negocio a euros (dólares o cualquier moneda), porque es un concepto que en principio todos dominamos o entendemos en alguna medida. Por ejemplo, las empresas miden su rentabilidad en dinero, por lo que resulta un parámetro fácil para comparar.
Algunas veces hay que hacer un mayor esfuerzo, por ejemplo, si decimos que las unidades de negocio son la cantidad de artículos que escribe un grupo de trabajo, entonces podemos calcular el número de artículos promedio por mes, y la cantidad de personas promedio por artículo, y así en menor o mayor grado hacer una referencia de nuevo al dinero. Pero en algunas otras ocasiones, la métrica bien podría ser artículos.
Las unidades de negocio las asociamos por lo general a lo que produce una organización o una unidad funcional, al menos en el terreno de la Gestión del Servicio. Libros para una imprenta, cursos para un Centro de Formación, eventos para una empresa de eventos, tomates para el agricultor que siembra tomates.
Dicho esto, si el agricultor produce mil tomates, nos puede sonar a mucho o a poco. Si decimos que en su producción obtuvo quinientos euros en un mes, ahora tenemos un parámetro que muchos entendemos mejor, aún cuando todos conocemos lo que es un tomate.
Lo importante de las unidades de negocio es entender cuáles son y cuándo usarlas. Por lo general en la Gestión de la Capacidad (de acuerdo con ITIL), cuando se hace una proyección en el tiempo, se usan unidades de negocio antes que económicas, de lo contrario sería necesario hacer cálculos económicos bastante más complejos para considerar el valor del dinero en el tiempo.
Por último, y la razón por la que quería escribir de este tema es porque me he llevado una muy buena impresión en un artículo de una de las revistas que leo con frecuencia. Se refería al trabajo que está haciendo el presidente americano Barack Obama en el Capitolio, y cómo las unidades de negocio estaban marcadas sin más tapujos en: votos. Es perfecto. A inicios del año 2008 en una sesión de trabajo con una administración regional, intenté usar “votos” como unidad de negocio, y me parecía más razonable para proyectarlo sobre unas actividades estratégicas de la Consejería de Educación. Todos parecían sorprendidos y al final hubo que cambiarlo, alguno estaba conforme, pero he de decir que era minoría.
Usar las unidades de negocio equivocadas indudablemente provocará diferencias en los resultados y muchas veces incoherencias en las acciones.
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