Sin confundir el objetivo

 
En 1999 asistí a una conferencia en Atlanta que me resultó cuanto menos ilustrativa. En esa época yo estaba certificando otro tipo de habilidades, no las técnicas de TI, sino habilidades comerciales como técnicas de ventas, técnicas de negociación y gestión de proyectos.
 
El caso es que en una de las sesiones, el ponente preguntó a la audiencia ¿Qué es un objetivo? De entre las diferentes respuestas eligió una, y continuó con el participante que había hecho el aporte:
 
-       ¿por qué estás aquí?
-       para aprender –dijo el participante
-       Y ¿qué harás cuando hayas aprendido?
-       regresaré al trabajo y aplicaré lo aprendido
-       Y ¿qué esperas conseguir con eso?
-       Ganar más dinero
-       ¿qué harás con el dinero que ganes?
-       Crearé mi propia empresa (aquí hubo aplausos)
-       ¿para qué quieres tu propia empresa?
-       Para ganar aún más dinero
-       ¿qué harás cuando hayas ganado mucho dinero?
-      venderé la empresa
-       y entonces ¿qué vas a hacer?
-       Retirarme e ir a pescar
-       Y ¿por qué no te vas a pescar ahora?
 
Mientras fluía el interrogatorio, la audiencia había ganado mucha energía, todo parecía MUY razonable, y quizá en diferentes puntos muchos nos identificábamos con aquel hombre. Pero cuando se hizo la última pregunta, resultó en un silencio general, seguido dos segundos después por las risas entre nerviosas y entendidas de todos. Además lo que quería era pescar, un deporte bastante democrático y que requiere de poco esfuerzo.
 
En el ejemplo lo que observamos es a una persona eligiendo el camino largo y complicado para alcanzar un objetivo, seguramente nada diferente de lo que nosotros hacemos todos los días.
El caso es que nos enredamos haciendo muchas cosas y actividades que normalmente NO aportan para alcanzar el objetivo.
 
En mi post anterior hablaba del “color de ITIL”, un tanto sarcástico, igualmente en otro post hacía referencia a que “ninguna empresa necesita ITIL”, y ya que estamos ninguna necesita CobIT, ni PMP, ni Microsoft, ni JAVA, ni HP, ni IBM… todos estos son herramientas y no el fin.
 
El error es confundir la herramienta con el objetivo, el error es convertir la herramienta en el objetivo. ITIL es una de tantas herramientas que nos pueden ayudar a integrar TI con los procesos y objetivos de Negocio, pero al final del día, lo que debemos preguntarnos es si la empresa vende más (si este era uno de los objetivos), y no preguntarnos si tenemos todos los procesos implantados.

Comentarios

  1. Buenísimo, yo lo que siempre digo es que en TI las herramientas van al cinturón (como el de Batman) y hay que usar lo que se ocupa. No mataría una mosca con una bazuca ni un elefante con una piedra. La clave es adaptarse

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