Si una pescadería escribe un artículo médico con las reglas de Google podría posicionarlo de primero




Cada vez que asisto a un curso o charla de SEO, o que alguien da consejos de SEO, me pongo de mal humor, pero de muy mal humor. La razón es simple, tienen razón. Entre más acierten, mayor mi molestia. 

SEO se define como “la optimización de la web para los buscadores”, (del inglés Search Engine Optimization), en otras palabras, escribe para Google, o como Google prefiere ver la información. 

Yo lo defino de muchas otras formas, algunas de hecho que no me atrevo a escribir en este blog, para esas siglas deberían significar otras cosas. 

Lo peor de todo es que no es algo trivial, nadie debería ignorar el SEO, ya que sería como escribir un buen libro, y dejarlo en el despacho sin enseñarlo a nadie. Hacer una web no significa que alguien te encuentre, todo lo contrario, una vez que te unes al ciberespacio, si no gestionas correctamente el contenido que produces, podría terminar asociado a algo que no te va a gustar. También existe la posibilidad de que se asocie a algo positivo, y también podríamos ganar la lotería. Así que trabajando, lo que debe hacerse es respetar el SEO.

Esto no significa que me reconcilie con la forma en que enfocamos la web, y la forma irresponsable con la que nos vemos forzados a escribir.

Permitirme que os de tres ejemplos:

  1. Los españoles que viajan a Estados Unidos antes de viajar deben tramitar un permiso que se llama ESTA, pues bien, si vas a Google y haces una búsqueda “ESTA permiso Estos Unidos” o cualquier otra combinación, la primera respuesta es una web que estafará a todo aquel que caiga ahí, lo más increíble es que el permiso cuesta $14 y la web lo cobra en más de $70. Esta web de estafas está mejor construida que la de la Embajada de Estados Unidos, porque la primera está escrita para Google, la segunda con la información real.
  2. Hay una web que “copia” artículos de una web de noticias española. Esta web parece estar en Colombia, y copia los artículos con un robot, y los publica con todo el descaro como suyos. El caso es que los listos de la web que copian ya que no tienen que trabar el contenido, dedican más su tiempo a aplicar reglas SEO, y esto consigue que Google indexe y muestre los artículos de la web que copia mejor posicionados que los de la web que los crea, pero esta historia no acaba aquí. Un artículo que se publica a las 10:00 am en España y se copia media hora después en Colombia se publicaría a las 4:30 am., por lo que en la mayoría de los casos Google además entiende que se ha publicado primero, así que marca el contenido de la web española como copia y le penaliza siguiendo sus propias reglas.
  3. ¿Cuántas veces muere un famoso? Hay webs en las que sus creadores cuentan bromas, dicen tonterías intencionadamente, por ejemplo publicar la muerte de un famoso sin que haya ocurrido, o una noticia sarcástica sin que sea cierto. Lo más curioso es que si está bien escrita Google la sube, la muestra y la deja en primera línea. Si la misma noticia, vistosa como suelen ser, se pega en una red social el efecto es multiplicador sin necesidad de que alguien piense por un segundo y valide que dicha noticia está en elchistosocuentamentiras.com. 

Mi madre que ya supera los 70 años algunas veces cuando quiere decir un absoluto usa frases como “en la tele dijeron que…” y por supuesto esto lo hace cierto, pero cuando no quiere dejar ninguna duda dice “en la tele dijeron que está en Internet” y aquí se ha acabado la discusión. 

Si por alguna razón pensaste que es un efecto de mayores, permíteme que corrija y diga que en los más jóvenes es aún peor. Quienes damos charlas con frecuencia, usamos frases, citas e incluso recortes de fuentes que consideramos suficientes como para no justificar lo que estamos mostrando. Por ejemplo, si un titular de The Economist relativo a una situación de economía parece suficiente, o un recorte de IDC para hacer referencia a un estudio de tecnología, o en la misma línea un informe de Gartner para posicionar una tendencia. Sin embargo, los más jóvenes ni han tenido tiempo para conocer o posicionar los puntos de verdad.

En la vida real no entras a una zapatería a pedir un filete de pescado, o a una clínica dental a comprar helados. Pero en la web sí se consume contenidos de todo tipo, de la web que sea. Te invito a reflexionar un poco mejor en lo que consumes y de dónde lo consumes.

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