¿A quién debe beneficiar la Inteligencia Artificial?


Uno de los usos éticos de la Inteligencia Artificial, como hoy se llama a los algoritmos que usan sistemas neuronales, es sin duda mejorar los resultados financieros. Sin embargo, algunos descubre que pueden "sacarle" más dinero a los consumidores sin necesidad de ofrecer mejor servicio.

Algunos ejemplos:

  1. ¿Cuánto cuesta un billete de autobús? ¿Cuánto el trayecto en taxi? Con la IA, empresas como Uber pueden subir los precios cuando hay alta demanda. Mismo trayecto, un precio mayor. 
  2. Juan tiene una cabaña y le parece que deberia cobrar $100 por noche por la cabaña. Si la anuncia en AirBnB cuando hay alta demanda, los algoritmos cambiarán el precio y cobrarán más, sin necesidad de ofrecer más valor. 
  3. Busca un producto en la web, un algoritmo busca la media de precio y propone el precio un poco por encima sin necesidad de mejorar el servicio.
La IA puede beneficiar al cliente, pero la programación puede solo beneficiar a quien ofrece. Los sueldos no se van a negociar con algoritmos, el consumidor siempre pierde.

Un ejemplo lo ha vivido Daniel López, experto en ciberseguridad, quien lo ha expuesto en la red:


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