Una Ciudad Inteligente es la que tiene una capa de inteligencia
El gobierno egipcio anunció hace unas semanas un mega proyecto para construir una nueva capital, por ahora el proyecto se llama “The Capital Cairo”. Actualmente la ciudad está saturada, la fotografía arriba (de AFP/Getty Images) da una idea de cómo está el tránsito en viaductos, construidos para justamente mejorar la circulación.
En la capital egipcia viven 18 millones de personas, y crece todos los años. El crecimiento es insostenible, pero es exactamente lo que ocurre en la mayoría de las grandes ciudades del mundo. Los principales trabajos se crean en las grandes ciudades y tendemos a una concentración.
El caos se aproxima a las ciudades europeas, aunque cuentan con mejor transporte público. El problema en ciudades como Madrid, Paris y Londres se puede enfocar desde dos puntos: el precio de la vivienda, y la capacidad (física) de su infraestructura.
La fotografía a la izquierda muestra la arquitectura de la ciudad de Madrid en el distrito El Retiro, es un paisaje tan lindo que la actual generación ha decidido que las siguientes generaciones deben mantener la misma imagen. Hace 20 años estos edificios albergaban tanto viviendas como oficinas, pero hoy tienen más carteles de “Se Alquila” que ventanas, bueno quizá exagero, pero va en aumento. Las empresas han abandonado la zona, es impagable, no por los precios, sino por los servicios. En muchos de estos edificios no ha sido posible añadir fibra óptica para internet de alta velocidad, los suelos son ruidosos y poco prácticos, las puertas inútiles, y los ascensores piezas de museo; sin embargo al declararse patrimonio, son intocables. Un edificio frente al ícono de Madrid, en la Puerta de Alcalá ha estado abandonado y muy cerca de convertirse en un riesgo de seguridad porque su restauración era inviable, hasta que se ha usado dinero público para restaurarlo y darlo a un uso privado. Como complicación adicional, las leyes exigen (con todo el sentido) que los edificios de oficinas sean accesibles, más de un ascensor, que tengan muchos baños, y luz natural; la respuesta es simple, fuera de la ciudad.
Los precios de la vivienda se disparan, y no solo por lo fantástico que resulta vivir en la ciudad, sino por la saturación de la misma. A mayor demanda, mayor es el precio, simplemente es un asunto de economía. La situación se agrava cuando alquilar se hace difícil, ya que los políticos no se enfrentan a las complicaciones del alquiler, las leyes no han cambiado en años, y los dueños de viviendas tienen miedo de alquilar, así que la fuerza trabajadora, la que realmente va todos los días al puesto de trabajo, se retira entre 40 a 100 kilómetros para poder acceder a una vivienda, para mayor complicación, cuando alquilar es difícil, comprar es más fácil, lo que hace que su vivienda sea permanente. Así la gran mayoría necesita desplazarse, y así seguirá aunque cambien de empleo.
La tecnología intenta (y consigue) añadir una capa de inteligencia para mejorar las condiciones, pero hay una capa anterior, de inteligencia básica. Pensemos por un momento cómo sería si las personas pudieran vivir cerca de sus empleos, y si cambian de empleo moverse con facilidad. Si una ley obliga a que los edificios sean accesibles y alguien en silla de ruedas pueda subir a la planta 7, entonces debería ser posible cambiar el ascensor histórico junto con las escaleras preciosas por las que subió alguna vez el pintor más famoso de la ciudad, que lo decidan sus dueños.
La primera capa de inteligencia no es de tecnología, es de inteligencia humana
Se equivocan quienes creen que añadir tecnología a la infraestructura de la ciudad es el equivalente de añadir inteligencia. Es tan simple como siempre, añadir tecnología es sólo eso, añadir tecnología. Añadir inteligencia por otro lado, significa usar el cerebro y la lógica, por encima de esta capa es que está la tecnología.
Conseguiremos una “Ciudad Inteligente” (SmartCity) cuando por supuesto, tengamos ciudadanos y políticos y políticas inteligentes.
Comentarios
Publicar un comentario