Cuando menos también significa menos
Este mes escribí en mi columna en ComputerWorld una preocupación que tengo respecto de la “personalización” de los cursos de formación. Personalizar está muy bien cuando se trata de aprender una herramienta o un método y adaptar la práctica al sector económico en el que trabajamos. Por ejemplo, un curso del método de gestión de proyectos PRINCE2 adaptado para arquitectos.
Mi preocupación es cuando la adaptación es “recortar”. La moda es quitemos cosas y solo enséñame lo que voy a hacer. A mí personalmente solo me hace sentido si es algo que vamos a usar una única vez. Pero me parece perder mucho dinero si es algo que vamos a usar o adoptar en la organización.
Tengo argumentos pedagógicos y de sentido común, pero el económico es el que manda hoy, y me pregunto ¿por qué quires conocer solo una parte de una herramienta que has pagado compelta?
Comentarios
Publicar un comentario